En la misma plaza de San Agustín, y junto al mercado, hallamos parte de lo que fuera la iglesia y el convento de San Telmo, de los Padres Agustinos.
En la actualidad, la iglesia se encuentra cerrada al culto y acondicionada como auditorio municipal, con el nombre de Wenceslao Ayguals de Izco. La capilla de Santa Victoria, a la que se accede lateralmente por la calle de Santa Rita, alberga las dependencias del Museo Municipal.
La Orden de los Ermitaños calzados de San Agustín se instaló en Vinarós en el año 1594. El convento inicial estaba situado en el barrio marítimo, fuera de las murallas de la ciudad, pero los continuos ataques de corsarios turcos y africanos obligaron a los clérigos a construir un templo al resguardo de la fortaleza.
Así, el 21 de noviembre de 1749 se colocaba la primera piedra del templo adyacente al convento, que quedó abierto al culto el 25 de agosto del año 1762.
Pero la desamortización llevada a cabo en toda España por el ministro Mendizábal en el siglo XIX, durante el reinado de la regente María Cristina de Borbón, obligó a los frailes a abandonar el convento.
Finalmente, el solar que ocupaba la iglesia y el convento de San Agustín, quedó en manos de la hacienda municipal tras la compra a un particular en el año 1846. El convento fue derribado a principios del siglo, levantándose en su lugar el mercado municipal, y quedando en pie la iglesia y la capilla de Santa Victoria. El templo permaneció abierto al culto hasta que, traspasada la Guerra Civil, cayó paulatinamente en desuso.
La iglesia del ex convento de San Telmo es un edificio construido con mampostería y piedras angulares, que hoy en día acoge exposiciones, conciertos y representaciones teatrales.
El auditorio recibe el nombre del vinarocense Wenceslao Ayguals de Izco, editor español, considerado uno de los escritores de mayor contenido social del siglo XIX.
Este personaje ejerció como alcalde de Vinarós y proyectó entonces la construcción del teatro hoy desaparecido, del que posteriormente fue director. Fundó además en 1843 su propia editorial, La Sociedad Literaria, que editó la colección El novelista universal y Biblioteca Universal a precios económicos, para que accediesen a la cultura las clases más desfavorecidas.
Ayguals de Izko escribió una serie de novelas por entregas de marcado anticlericalismo y compromiso social, que fueron traducidas, entre otros idiomas, al francés por el mismísimo escritor parisino Eugenio Sue, que era amigo suyo.
Desde el exterior del complejo podemos observar cómo la fachada de la iglesia destaca por su composición simétrica. A ambos lados de la entrada se levantan dos torres campanario con puerta propia, que enmarcan el lienzo central, coronado por un perfil moldurado con su majestuosa portada de acceso adintelada.
Si retrocedemos unos pasos, podremos apreciar una cubierta de tejas de las que sobresale una bella y rica cúpula con tejas de color azul y blanco. Una vez en el interior, observamos que el edificio es de planta rectangular y con forma de cruz latina, y dispone de una sola nave dividida en cuatro tramos con capillas laterales, entre contrafuertes y comunicadas entre sí.
Si nos detenemos un poco más y miramos hacia el techo, podemos ver el crucero con cúpula sobre tambor y pechinas, y el presbiterio con una bóveda de aristas, al igual que en las capillas laterales de la nave.
A los pies del templo se levanta un coro sobreelevado. Finalizada la visita al auditorio e Iglesia de San Agustín, proponemos acercarnos hasta la capilla de Santa Victoria, anexa al templo.
Tomamos entonces la calle Santo Tomás y cruzamos el portal de la antigua villa medieval en la calle Santa Rita, donde nos encontramos con la capilla construida para albergar el cuerpo incorrupto de Santa Victoria, virgen y mártir.
Desde 1785, Vinarós contó con el cuerpo de la Santa, procedente del cementerio romano de Lucina y otorgado por el obispo de Solsona. El 21 de agosto de 1788, acabada ya la capilla, se deposita el cuerpo de la santa y las veneradas imágenes del Santo Cristo del Hospital y del Nazareno. Los planos de la capilla de Santa Victoria son obra del arquitecto vinarocense Fray Pedro Gonell.
La capilla consta de dos cuerpos de planta de cruz griega, cubiertos con cúpula a los pies y casquete esférico en la cabecera. Sobre la puerta de entrada, en cuyo dintel aparece grabado el año 1788, asoma la reproducción de un retablo de cerámica típicamente valenciana del siglo XVIII ,con la imagen policromada de la santa a la que honra. El panel original forma parte del Museo Municipal.
El interior de la capilla conserva parte de la decoración original a base de frescos con motivos pompeyanos. Y ahora regresamos de nuevo a la Plaza San Agustín y enfilamos la calle Mayor para dirigirnos al siguiente punto de nuestra visita. A pocos metros, y en la parte derecha de la calle, nos encontramos con el antiguo ayuntamiento, conocido como Casa del Cónsul.